El que fuera cardenal primado de Escocia, Keith O'Brien, que en 2013 dimitió tras recibir varias acusaciones de acoso sexual en los 80, murió hoy en Newcastle a los 80 años tras sufrir una lesión en la cabeza debido a una caída.

O'Brien pasará a la historia como el primer cardenal en renunciar a su cargo por un escándalo de abusos sexuales en la Iglesia católica.

En 2013 renunció como arzobispo de Saint Andrews y Edimburgo, después de que tres sacerdotes y un exsacerdote denunciasen públicamente que habían sido acosados sexualmente.

Inicialmente negó las acusaciones, pero luego, bajo la presión del Vaticano, cuando era papa Benedicto XVI, se vio obligado a pedir disculpas y afirmó que su conducta sexual había "caído por debajo de los estándares" que se esperaba de él.

Este caso, que salió a la luz en vísperas del cónclave en que se eligió al papa Francisco, levantó mucha polémica al retratar la doble moralidad del exarzobispo que, en sus homilías, lanzaba mensajes en contra de la homosexualidad.

El papa aceptó su renuncia y declaró que O'Brien quedaría apartado como consejero papal, no formaría parte de futuras elecciones papales, ni tomaría parte en congregaciones y consejos vaticanos.

La salud de O'Brien se había deteriorado desde el mes pasado, cuando sufrió una caída en la que se rompió la clavícula y se lesionó la cabeza en el asilo de ancianos de Newscastle (Inglaterra) donde residía.

O'Brien nació en 1938 en la pequeña población de Ballycastle, en Irlanda del Norte, pero fue educado en Escocia, primero en la Universidad de Edimburgo y después en el St Andrew's College, tras lo cual se ordenó sacerdote 1965.

Veinte años después fue nombrado arzobispo de St Andrews y Edimburgo hasta que en 2003 fue nombrado cardenal por el papa Juan Pablo II.

EFE